Este domingo al fin me he decidido a hacer el Red Velvet Cake que tantas veces he visto en los blog de cocina. Me he decantado por la receta de Bea, podéis verla aquí.
Ayer hice el bizcocho y el frosting. Durante la noche dejé el bizcocho en la nevera y esta mañana lo he "montado".
Aunque no me ha salido el acabado como yo quería, no está mal para ser la primera vez, ¿no?
Lo cortamos en tres capas.
Lo rellenamos con el frosting.
Y lo cubrimos con el mismo frosting (se puede usar nata o cualquier otro relleno que os guste).
Y decorarlo al gusto.
Así de bonito queda por dentro.
Y hasta mi padre (que odia el queso) se lo ha comido y ha dicho que estaba muy bueno. ¡Todo un logro!